La reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que azotó la Comunidad Valenciana ha dejado una profunda huella, no solo en el paisaje y en la vida de sus ciudadanos, sino también en el tejido empresarial y, especialmente, en el sector logístico. Las intensas lluvias, inundaciones y desbordamientos de ríos han puesto a prueba la resistencia de la cadena de suministro, evidenciando la importancia de la resiliencia y la adaptación ante eventos climáticos extremos.
Un temporal sin precedentes
La DANA, que descargó con especial virulencia sobre la provincia de Valencia, ha provocado daños considerables en infraestructuras críticas para el transporte de mercancías. Carreteras cortadas, puentes derrumbados, líneas ferroviarias interrumpidas y accesos a zonas industriales anegados han dibujado un escenario complejo para las empresas que dependen del flujo constante de mercancías.
Impacto en las infraestructuras clave
- Red viaria: Las inundaciones y desprendimientos han afectado a numerosas carreteras, incluyendo vías principales como la A-3, la A-7 y la AP-7, causando importantes interrupciones en el transporte por carretera y dificultando el acceso a polígonos industriales y centros logísticos.
- Transporte ferroviario: El servicio ferroviario de mercancías también se ha visto afectado, con cancelaciones e importantes retrasos en líneas clave que conectan Valencia con otras regiones de España y Europa.
- Puerto de Valencia: Si bien el puerto ha mantenido su operatividad básica, las dificultades de acceso por carretera han complicado la entrada y salida de mercancías, generando congestiones y retrasos en las operaciones portuarias.
Consecuencias para el sector logístico
La DANA ha supuesto un desafío sin precedentes para el sector logístico valenciano, con consecuencias que se extienden a lo largo de toda la cadena de suministro:
- Retrasos en las entregas: Las interrupciones en el transporte y las dificultades de acceso a los almacenes han provocado retrasos significativos en las entregas de mercancías, afectando a sectores como la alimentación, la industria, la construcción y el comercio minorista.
- Daños en mercancías e infraestructuras: Las inundaciones en almacenes, centros de distribución y zonas industriales han causado daños materiales en mercancías almacenadas, equipamiento logístico e infraestructuras, generando pérdidas económicas para las empresas.
- Incremento de los costes logísticos: La búsqueda de rutas alternativas, el aumento del precio del combustible, los costes de reparación de infraestructuras y la necesidad de contratar servicios de emergencia han incrementado los costes logísticos para las empresas.
- Rupturas en la cadena de suministro: En algunos casos, la DANA ha provocado rupturas en la cadena de suministro, dificultando el abastecimiento de materias primas y productos a las empresas, lo que puede afectar a la producción y al cumplimiento de los pedidos.
Resiliencia y capacidad de adaptación:
A pesar de la magnitud del desafío, el sector logístico valenciano ha demostrado una gran capacidad de resiliencia y adaptación. Muchas empresas han activado planes de contingencia, buscando rutas alternativas, utilizando tecnologías de seguimiento y control para monitorizar sus envíos en tiempo real, y reforzando la comunicación con sus clientes y proveedores.
Lecciones aprendidas y el futuro de la logística:
La DANA ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la cadena logística frente a eventos climáticos extremos, que cada vez son más frecuentes e intensos debido al cambio climático. Es crucial que las empresas replanteen sus estrategias logísticas, incorporando medidas de prevención y adaptación:
- Planes de contingencia robustos: Desarrollar planes de contingencia que contemplen diferentes escenarios de riesgo, incluyendo rutas alternativas, proveedores de transporte de respaldo y soluciones de almacenamiento flexibles.
- Inversión en tecnología: Implementar sistemas de gestión de riesgos, plataformas de visibilidad en tiempo real y herramientas de predicción para anticiparse a posibles interrupciones en la cadena de suministro.
- Colaboración y comunicación: Fomentar la colaboración entre los diferentes actores de la cadena logística (proveedores, transportistas, almacenes, clientes) y mantener una comunicación fluida para coordinar las operaciones y minimizar el impacto de las disrupciones.
- Adaptación al cambio climático: Considerar el cambio climático como un factor clave en la planificación logística, adoptando medidas de sostenibilidad y resiliencia para mitigar los riesgos y garantizar la continuidad del negocio.
Teglogistic: apoyo al sector en tiempos de crisis:
En Teglogistic, somos conscientes de los desafíos que enfrenta el sector logístico tras el paso de la DANA. Estamos trabajando para ofrecer soluciones flexibles y eficientes a nuestros clientes, ayudándoles a recuperar la normalidad en sus operaciones y a reforzar su resiliencia frente a futuros eventos climáticos.
Nuestro equipo de profesionales está a disposición de las empresas para asesorarles en la implementación de estrategias logísticas adaptadas al nuevo escenario, con el objetivo de minimizar los riesgos y garantizar la continuidad de sus operaciones.